A la segunda noche llamé a mi alma y le dije: -“Estoy cansado alma
mía, demasiado duró mi andar, la búsqueda de mi fuera de mí. Ahora he
atravesado las cosas y te encontré a ti detrás de todo, sin embargo en
mi odisea a través de las cosas descubrí humanidad y mundo. He
encontrado hombres y a ti alma mía te reencontré primero en la imagen
que está en el hombre y luego en ti misma. Te encontré allí donde menos
te esperaba. Allí ascendiste a mí desde una fosa oscura. Te habías
anunciado por anticipado en mis sueños, ellos ardían en mi corazón y me
empujaban a todo lo más atrevido y audaz, me forzaron a ascender por
sobre mí mismo. Tú me hiciste ver verdades de las cuales yo antes nada
entreveía, me hiciste recorrer caminos cuya infinita longitud me hubiera
asustado si el saber sobre ellos no hubiera estado guardado en ti.