Cuenta
la leyenda que aquel anciano serio, sin expresión en su rostro, con marcas en
su cara, marcas ocasionadas por la dureza de la vida no por la edad, aquel
viejo que todos en el pueblo conocían y sabían de su rutina de su vida, ese
hombre que perdió el deseo de vivir desde el momento que perdió a su inspiración,
a su todo y que ahora está sentado en aquella vieja silla azul, recordando
aquellos viejos tiempos, donde se veía y se sentía en un arrullo de estrellas
sobre el regazo de su amada, esperando el momento de partir y poder llegar a
donde esta ella, se
dice en el pueblo que ella antes de partir beso los labios de su hombre y le
entrego una nota y le dijo al oído “ léela cuando yo ya no este “ la nota decía
No
llores corazón, no llores por mí sabes que no me gusta verte así, siempre hemos
sido el apoyo uno del otro recuerda que como fue
en el mundo te esperare con los brazos abiertos para seguir demostrándonos ese
lindo amor que nos juramos para siempre y aunque no esté físicamente a tu lado
te estaré observando desde el cielo recordando la simpleza de tus detalles que
tenías hacia mí y solo para mi hasta esos desgastes físicos de tanto trabajo
para tratarme como tú y solo tu sabias
siempre tan amoroso con migo amor y siempre a mi lado como hasta el día de hoy.
créeme que nos encontraremos en algún punto del
universo y créeme que nadie nos volverá a separar Te Amo y Siempre Te Amare
atentamente tu dulce amada.”
Aquel
hombrecillo no supera y no superara la muerte de su mujer comentaban en el pueblo. una
mañana como muchas otras en el pueblo, todos empezando hacer su rutina
día a día, sin rarezas, aquel hombre llegando a su casa después de
dejarle flores como siempre a su famme fatall, preparo una taza de café
con leche preparo su silla azul afuera de su casa amarilla sin olvidar su
periódico ni el retrato de su mujer y una flor.
Aquel
anciano comenzó a leer y a beber su café entre la lectura, el calor de la
mañana y la tranquilidad que podía tener en ciertos momentos se quedó dormido y
no tardó en darse cuenta que estaba en un sueño y que estaba en medio de un
parque donde solo había un árbol enorme y una banca naranja en esa banca se veía el
reflejo de una dama al verla el anciano se quedo perplejo por unos segundos, comenzo a caminar direccion a la silueta en ese trayecto su corazón se agito
como el día que conoció a su esposa, al estar cada vez más cerca y ver
que esa silueta era la de su dulce mujer y ver a ella con los brazos abiertos
junto con esa sonrisa y ese destello en sus ojos no aguanto y aquella rudeza se
quebrantó comenzó a llorar al mismo tiempo que abrazaba a su dulce
amor, ella noto las lágrimas y le dijo que pasa amor, porque lloras, el
respondió
Lloro
porque te he extrañaba tanto, no me vuelvas a dejar nunca, ella lo beso y le
dijo, nunca más lo volveré hacer,
él le entrego esa flor que siempre guardaba, ella extendió su mano y sostuvo la
flor al final el solo le dijo Te Amo. ambos
sonrieron se tomaron de la mano y se fueron caminando seguros que nunca nadie
los volvería a separar en el pueblo todos sus habitantes se sorprendieron al
ver al anciano sentado ya sin vida en medio de aquella lluvia sentado en la
silla azul y ver un arcoíris alrededor de la casa a su vez justo debajo entre
los pies del anciano floreció una rosa roja ahora todos en el pueblo sin faltar
un día les llevan flores a esa pareja que les enseño a todo el pueblo el
amor eterno.